Nos convoca un aniversario más
del natalicio de don Antonio Amador José de Nariño y Álvarez del Casal,
precursor de la emancipación de las provincias americanas del imperio español y
en esta actividad académica, con nuestra presencia la Institución Educativa, está
construyendo historia y destacando los hechos y sucesos que se organizan para
recordarlo, no solo como precursor sino como el realizador de la independencia,
hijo predilecto de Santafé de Bogotá y padre de la modernidad política
Colombiana.
En representación de la
comunidad Educativa reconocemos el trabajo de la Sociedad Nariñista, de la
Academia Boyacense de Historia, de los personajes hoy condecorados, de las
autoridades municipales y de estudiantes y docentes que reconocen en Nariño un prócer
genial que después de muchas luchas, unas ganadas otras perdidas y luego de la
persecuciones y encierros, entrega su alma a Dios, en esta la Villa de Leyva,
un 13 de Diciembre del año 1823.
Para nosotros, ésta no es
solamente una celebración de aniversario; es un llamado a nuestros estudiantes
para que en honor al protagonista de nuestra institución ANTONIO NARIÑO y como
tributo a El, reconozcan, cultiven y
sigan el ejemplo de éste ILUSTRE PERSONAJE: defensor de los DERECHOS HUMANOS,
patriota ardiente, respetuoso de la autoridad, leal, justo, honesto,
profundamente sensible ante la problemática social, amante de la lectura y padre del periodismo
Colombiano, que recorrió durante su vida un doloroso calvario con el propósito de proclamar la liberación del yugo español y
organizar posteriormente el naciente Estado de Cundinamarca. Nariño, uno de los hombres más instruidos del
virreinato, mereció el cariño y la confianza de los más altos funcionarios
españoles. En ocasiones, su alma decaía hasta los abismos del abatimiento, por
la injusticia y la persecución a la cual fue sometido, para luego resurgir con
fuerza poderosa y remontarse a los espacios de la temeridad e inmolarse en aras
del heroísmo.
El anhelo de libertad de todos
los jóvenes granadinos se escribió en pasajes históricos que nuestra historia
resalta, el grito de Independencia de 1810 y la campaña libertadora sellada en
1819 con las históricas batallas del Pantano de Vargas y Puente de Boyacá son la
antesala a una patria que nace con calor popular donde muchos sacrificaron sus
vidas y bienes para seguir construyendo una nación con identidad propia.
Hago una invitación a los jóvenes:
recordar y ver a estos héroes como modelo de gobernabilidad, libres de
corrupción, estudiosos, con visión de
futuro, desprendidos de sus riquezas, amigos fervientes de la democracia, con
su estudio y con un proyecto de vida exitosos serán capaces de transformar los
males actuales del país y encausarlo nuevamente por el camino del desarrollo,
de la competitividad, del progreso y del liderazgo latinoamericano.
Estos eventos vistos en el
umbral del bicentenario de la campaña libertadora, lo debemos convertir en
tiempos para que todos los boyacenses
retomemos el pensamiento, los idearios y
los buenos propósitos de los próceres
independentistas y exijamos que desde
el gobierno se mire nuevamente a Boyacá
como la cuna y taller de la Libertad y exijamos los recursos suficientes para
mejorar no solo las carreteras o los colegios de dos o tres municipios, porque todo el
departamento contribuyo a la Gesta Libertadora, por consiguiente, merecemos conservar
nuestro patrimonio, nuestro legado cultural, solucionar la problemática en
salud, educación, infraestructura, conectividad, espacios culturales y
recreativos, todos puestos al servicio de niños, jóvenes y adultos.
Para finalizar expresamos
nuestro sentimiento de aprecio a todos los presentes y deseamos que estos
tiempos difíciles para el país sean avizorados con optimismo y que así como
ANTONIO NARIÑO republicano y demócrata quiso engrandecer nuestra patria con sus
acciones, nosotros podamos seguir desde las aulas y las I.E. orientando una
educación de calidad fundamentada en valores.
Muchas
Gracias.